Restauran la piel y la mantienen hidratada.
Las algas sulfuraeas son algas que han nacido y crecido en entornos de agua sulfurada y, en consecuencia, han adoptado sus propiedades.
Es el agua que encontrarás en la “Font de la Tartera”, uno de los 37 manantiales que brotan en el Balneario Caldes de Boí.
Dentro del termalismo, las algas sulfurareas son las que poseen mayor número de indicaciones terapéuticas.
Están especialmente indicadas en casos de psoriasis, dermatitis o acné. Además también ayudan a eliminar toxinas y a calmar la piel de eccemas o alergias.
Boí Thermal ha escogido estas algas para convertirlas en uno de los ingredientes de Sulphaterm, su fango termal.