Antioxidante e hidratante.
El aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de la cultura y dieta mediterráneas. De amplio uso culinario, pero también cosmético. Se utiliza desde la Antigüedad y se obtiene del fruto del olivo (Olea europaea), denominado oliva o aceituna, con una simple presión ejercida por un molino.
Los aceites vegetales se han empleado en la historia de forma habitual. En Egipto, por ejemplo, hacia el 2000 a. C., se comenzó a usarlo con fines cosméticos.
El aceite de oliva protege la piel de factores externos y favorece la regeneración de las células gracias al perfil de los ácidos grasos que contiene. Por ello es un aceite altamente emoliente y nutritivo, muy útil en pieles secas.