Efecto altamente reparador.
Es, para muchos entendidos, el oro del desierto. Un producto que se usa en la cosmética, pero también como comestible, que se obtiene tras secar los frutos del árbol de Argán (Argania spinosa) al sol. Una vez secos, se extrae la semilla de la almendra y se prensa en frío. Su olor es suave, el tacto es ligero y el color dorado traslúcido. Durante el proceso todo es natural y manual.
El aceite de Argán contiene ácidos grasos esenciales (propiedades antiinflamatorias) y tocoferoles (antioxidantes). Además de beta-carotenoides (gran papel protector), escualeno (alto poder nutritivo) y fitosteroles (detienen la desaceleración de la producción de colágeno y estimulan su producción).